Su Majestad el Rey anuncia los principios generales de creación del Consejo de los marroquíes residentes en el extranjero
Un año tras haber confiado al Consejo Consultivo de los Derechos humanos la misión de presentar una opinión consultiva relativa al Consejo de los marroquíes residentes en el extranjero, Su Majestad el Rey anunció el 6 de noviembre del 2007 en el discurso dirigido a la nación con la ocasión del trigésimo segundo aniversario de la Marcha Verde, los principios generales de la puesta en marcha de este consejo.El consejo de los marroquíes residentes en el extranjero, que será instalado de aquí a finales del año se inscribe en el marco de una reflexión renovada y racional y de una revisión profunda de la política de inmigración mediante la adopción de una estrategia global que pone fin a la confusión de papeles y a la multiplicidad de actores.
Su Majestad el Rey felicitó al Consejo consultivo de los derechos humanos, especialmente al Presidente así como a los miembros de la comisión especializada “ los pasos seguidos sobre la base de amplias concertaciones y del trabajo serio cumplido (...) con el fin de elaborar una concepción juiciosa de esta institución”.
Sigue a continuación el texto del discurso real :
"Querido pueblo,
El proceso democrático y de desarrollo que conducimos, requiere la participación de todos los marroquíes, allá donde estén, con el mismo espíritu de aferramiento a la identidad nacional y a la ciudadanía comprometida. En este sentido, tanto Nuestro seguimiento directo como Nuestra constante labor por lograr una vida digna para nuestros fieles súbditos, dentro del país, sólo son comparables a la amplia solicitud con la que rodeamos los asuntos de Nuestros queridos conciudadanos residentes en el extranjero.
Del mismo modo, grande es Nuestro empeño en responder a sus legítimas aspiraciones de afianzar los vínculos familiares, espirituales y culturales, que les unen a su Madre Patria. Todo ello en el marco de un planteamiento global y escalonado, que les garantice una participación democrática completa, en todos los ámbitos de la vida nacional, a la vez que defienda sus derechos y su dignidad en los países de acogida.
En este contexto, Hemos decido dotarles de un Consejo establecido ante Nuestra Majestad, que goce de toda Nuestra Solicitud Real y reúna las condiciones de representatividad, eficacia y credibilidad.
Con tal finalidad, encargamos al Consejo Consultivo para los Derechos Humanos la presentación de una opinión consultiva acerca de este tema. En este contexto, queremos poner de relieve el proceso de amplias consultas seguido por el Consejo, especialmente en lo que se refiere al serio trabajo llevado a cabo por el presidente y los miembros de su comisión especializada, para cristalizar una concepción general madurada de esta institución. La recomendación elevada a Nuestra Majestad, ha sido objeto de Nuestro minucioso examen sobre la base de tres postulados:
En primer lugar, están Nuestras convicciones acerca de la verdadera representatividad, que sólo ha de salir de la elección, que tiene que ser auténtica, y no meramente formal, cumpliendo las condiciones de credibilidad, mérito, competencia leal y movilización de nuestros ciudadanos emigrados.
En segundo lugar, y como principio, debe descartarse la designación directa, ya que se trata de una instancia representativa y no de una función administrativa o de un cargo político. Por ello consideramos que la elección es el punto de partida deseado para el establecimiento de esta institución.
En tercer lugar, se halla Nuestra constante conformidad para con las opiniones consultivas del CCDH, por su pertinencia y objetividad.
Así pues, sobre la base de los estudios profundos y de las amplias consultas, Hemos tomado en consideración las conclusiones del Consejo de considerar un riesgo y una aventura improvisar elecciones desordenadas, carentes de las garantías fundamentales de transparencia, imparcialidad y verdadera representatividad, para lograr el noble designio buscado por el establecimiento de esta institución, especializada en los asuntos de Nuestra querida comunidad residente en el extranjero.
Por ello, Hemos considerado pertinente adoptar la opinión consultiva que Nos ha sido propuesta y que recoge una modalidad transitoria de mandato de esta institución, previsto para una duración de cuatro años, con respecto a la composición inicial de su fundación. Así pues, manteniendo Nuestra postura de principio, invitamos a esta nueva institución a colocar entre sus prioridades absolutas, la maduración de la reflexión y el asentamiento de las bases sólidas, a fin de alcanzar el objetivo final de la elección, consciente y responsable, disponiendo las condiciones de la amplia participación en la misma, en lugar de optar por soluciones simplificadoras.
Así pues, prosiguiendo Nuestro camino por la vía de la consulta, y considerando, Nuestra Majestad, la imparcialidad del CCDH, Hemos decidido encargarle, a través de la comisión especializada, elevarnos, en el más breve plazo posible, unas propuestas objetivas acerca de las personalidades y asociaciones dignas de integrar esta institución en calidad que miembros, ateniéndose a proponer a candidatos afamados por sus aportaciones a nuestra comunidad en el extranjero y por sus posturas en defensa de los intereses de la misma.
Con el fin de garantizar la eficacia y la sinergia, Hemos considerado oportuno que, con total transparencia y representatividad, la estructura de esta institución integre a miembros con competencia deliberativa, amén de aquéllos que, en calidad de miembros consultivos, representen a las autoridades gubernamentales y a las instituciones concernidas por las cuestiones de la emigración.
Por otra parte, velamos por que esta estructura sea equilibrada y coherente, y tome en consideración la representatividad adecuada entre mujeres y hombres, así como la representación geográfica, a escala nacional, regional y continental, del mismo modo que ha de hacerse otro tanto con respecto a las tres generaciones de emigrados, incluidos nuestros fieles súbditos de la comunidad judía marroquí.
El Dahir Jerifiano que va a crear esta institución, otorgará amplias competencias a la misma, para convertirla en una fuerza de proposición interesada por todas las cuestiones y políticas públicas, que conciernen a los marroquíes residentes en el extranjero, principalmente aquellas cuestiones de índole religiosa y cultural, así como las relacionadas con la identidad, con la defensa de sus derechos y con la consolidación de su importante contribución en el desarrollo de sus aldeas y ciudades de procedencia y de su Madre Patria, expandiendo su resplandor internacional y consolidando los vínculos de Marruecos, su patria natal, con los países de residencia.
La creación de esta institución, cuya instalación queremos llevar a cabo antes de finalizar el año en curso, se enmarca dentro de la renovación de la reflexión profunda y de la radical revisión de la política de emigración, adoptando una estrategia global que ponga fin a la interferencia de papeles y a la multiplicidad de instancias; una estrategia coherente en la que cada elemento de la autoridad pública, institución u organismo, desempeñe las funciones que le incumben, dentro de la complementariedad y de la coherencia, ya se trate de la buena gestión de todas las cuestiones de la emigración o del prometedor proceso democrático y de desarrollo, que dirigimos con toda firmeza y total entrega.
Voy a velar, querido pueblo, por que el espíritu de la Marcha Verde, permanezca imborrable de tu memoria nacional, representando una renovada lección que inspira y arraiga tu cohesión con tu Trono, así como tu movilización general para proteger tu unidad y soberanía, tanto al sur como al norte, afianzando la verdadera democracia y realizando el desarrollo humano, en una patria dotada de una inexpugnable muralla y de una inalterable dignidad humana. A Dios el Altísimo rogamos sea permanente nuestra cohesión y éxito."